El mundo bizarro de alcayota

Friday, May 25, 2007

Cierra los ojos y pásate el rollo


Ayer en la mañana, viví algo que pensé nunca más iba a sentir... una maravilla, un placer, un deleite; todo junto y más no son suficientes para explicarlo.
Exactamente a las siete en punto am, sonó mi despertador. El ruido que emite el celular en su ingrata y nunca suficientemente bien ponderada tarea de despertarme, me provoca náuseas. Es un espanto. Es lejos lo peor. Sin embargo, ayer, cuando empezó a chillar, ya no me pareció tan horroroso...es más, pasó desapercibido. Tanto así, que lo apagué y me volví a quedar dormida. Tres horas más tarde abrí un ojo por segunda vez..."ya basta Alcayaga, es hora... es la hora, es la hora"...
La cabeza no me daba más del dolor. Me puse de pie, me miré al espejo y me reí. Me reí como no lo hacía hacía mucho tiempo. La carcajada fue limpia, llena, así como las que se escuchan en los cumpleaños de los cabros chicos. Eso era... me sentía de nuevo una pendeja.
Me duché al son de Lucybell con "Mil Caminos"... Traté de hacer algo con mi aspecto poco presentable, y me vestí.
Salí relajada, como de costumbre; me puse los audífonos, como de costumbre; y caminé por mi avenida, Ricardo Lyon, la que se veía gloriosa...como de costumbre.
Subí al metro y las puertas se cerraron. Quedé de frente a ellas. De pronto el reflejo me enfrentó: llevaba puestas unas zapatillas viejas, un polerón de Mickey que tiene mil años, y una cola de caballo...así como haciendo un alarde escandaloso de los años que me habían sucedido.
Ahi recién, me di cuenta de que nada esa mañana fue casual... Estaba vestida de púber, escuchaba la música que empecé a idolatrar hacía cinco años y sentía algo demasiado intenso e irreal... ¿fue un intento desesperado por volver al pasado? ¿un canapé de dulzura? ¿un suave deleite de lo que fui? Me observé detenidamente y por fin lo vi todo con claridad: esa era la ropa de la pendeja que fui, sin embargo, dentro de ella, llevaba todo lo que soy ahora. SOY LA DE AHORA, CON TODO LO QUE FUI...
¡Qué relajo sentí! Abajo de ese polerón con una carita sonriente de Mickey habían años de crecimiento, vivencias y sentimientos... nuevos y antiguos que se volvían a hacer cada vez más presentes.
Ahora viene lo interesante.
Derepente, cerré mis ojos y me abstraje del entorno. Todos se volvieron nadie. Era yo, la música, olores, tactos y sentimientos. Me pasé mil quinientos millones de rollos. Mis rollos, los de antes, los de ahora, y los de un futuro próximo, lejano, o que nunca va a ser. Ni siquiera me arrugué cuando me mordí los labios, sonreí de oreja a oreja y lancé una risotada con un pequeño saltito... Lo sé...parecía loquita de patio, pero no me importó nada. Nada, nada, nada.

Ese momento, me hizo el día. Fue un nada, que para mi implicó un todo. Fui tan feliz...POR FIN ME VI... me amé un rato... Espero que alguna vez lo sientan o estén cercanos a ello. Para eso CIERREN SUS OJOS, OLVIDENSE QUE TIENEN GENTE A SU ALREDEDOR, SAQUEN EL MUNDO QUE VIVE DENTRO DE USTEDES... Y PASENSE EL ROLLO!!!!!!!!!!!! salú!

3 Comments:

At 12:45 PM, Anonymous Anonymous said...

Que suerte negrita! pocos llegan a sentir eso...muy ocupados con tratar de vivir la vida que creen les toca, pero tu te atreviste (y esa es la única manera de lograr cosas en la vida, ATREVERSE)

un besito

 
At 10:28 PM, Blogger FelipeT said...

jajajaj "es la hora, es la hora"
Grande negris, esta semana nos vemos. Te tengo que devolver tu chaleco que un frío día de invierno (en vdd no me acuerdo cuando fue) se quedó en mi auto después de una tórrida velada...broma
q fome
besos!

 
At 4:19 PM, Blogger Rodrigo Ponce Rementería said...

hola javiera:

tienes talento para los cuentos

escribes muy bonito, logras que el lector sienta lo que tu sentiste....


bueno eso

me gustó tu cuento


chaitooo

 

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