GLORIOSO (ex lo más lindo que he visto)

Ya, ya,ya... lo sé. La reina de las teleseries, la apasionada del melodrama, la amante incondicional del canal de las estrellas (mexico queridos...), en fin. Sí, soy yo. La que titula chulo. La que le va a poner Luis Armando a su primogénito, y Esteban Javier al segundo. Filooo, hay que alimentar el relato, no?
Bueno, lo que nos convoca. Hoy me levanté a una hora bien decente les diré, para una universitaria. A las 9. Vi el matinal de rigor, tomé el desayuno de rigor, me di la ducha de rigor, y elegí el escote de rigor...nada nuevo.jujuju. Lo que sí, el chorro de agua de la ducha vino acompañado por las más desentonadas y alegres notas del más amplio repertorio de los 80´s. Me bañé con Aerosmith, Guns and Roses, y un par de lolitos más. Ah! ah ah ah! Bon Jovy también.¡Qué renovación!
Cuando me aprontaba a salir, introduje el pase escolar en mi bolsillo, como de costumbre, y me puse los audífonos. ¿Se han fijado lo agradable que es escuchar música en el metro? una delicia.
Bajé las escaleras, cerré la reja, y de pronto, me vi presenciando uno de los espectáculos más increíbles de esta época del año.
Caminando por Lyon, llendo al metro, el viento empezó a azotar mi falso rubio de naturales crespos, contra mi cara. Con las manos de la forma más torpe que se puedan imaginar, traté de sacármelo de los ojos. Cuando cumplí mi cometido, lo vi:
Cientas y cientas de hojas caían de los árboles de la avenida... amarillas, verdes y cafés, volaban de un a otro extremo de la calle. La luz grisácea de un día frío, se colaba entre ellas dando distintos tonos de grises. Nunca, y recalco, NUNCA, había visto un espectáculo tan lindo, tan natural, y tan puro en plena urbe. GLORIOSO.

De pronto Santiago se transformó ante mis ojos. Se humanizó de forma tal, que me di cuenta de que la selva de cemento sigue siendo en escencia una selva, al fin y al cabo.